TERTULIA HUMOR Y GASTRONOMIA
La tertulia sobre Humor y Gastronomía auspiciada por Casa Montaña tuvo como preludio una verdadera humorada: Arturo Pardos y Stephan Guérin se equivocaron de AVE y pararon en Córdoba, en lugar de Valencia. Del resto de los invitados previstos no falló casi nadie y la actriz y buena aficionada a la cocina, Catalina Leonarte, se desdobló en rapsoda y nos dedicó una pieza del Siglo de Oro consagrada a tres amores: el de Inés, el del jamón y el de las berenjenas con queso.
Como dijo el moderador inmoderado Emili Piera, en España la literatura de humor casi nació con la gastronómica pues La Casa de Lúculo de Julio Camba es un clásico de los dos géneros, a la vez.
Los mejores chistes los contó Joaquín Schmidt y varios tertulianos censuraron abiertamente la solemnidad y “la música de romanos”, el tremendismo, de ciertos programas televisivos de cocina con tratamiento de reallity.
Nosotros no nos enfadamos en ningún momento ni, mucho menos, mostramos imágenes guarras de los fogones y su entorno. Sabemos que el oficio de cocinero es muy duro y, bien hecho, merecedor del máximo respeto. Comimos bien y bebimos mejor. De eso se trataba, sobre todo ahora que el gran Abraham García, también presente con su hijo, había superado la enfermedad y teníamos algo importante que celebrar.
La periodista Silvia Soria defendió la inmarcesible valencianidad de la paella. Bien hecho.
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