lunes, 23 de noviembre de 2015

40 Aniversari de la mort de Franco


CON GUSTO
   FRANCO ERA CHINO
EMILI PIERA
Ayer se produjo una efeméride divertida: Franco ya lleva más años en el sepulcro de los que se pasó en el trono, hecho una reinona. Incluso los que tuvieron el dudoso privilegio de conocerlo desde el principio, ya llevan más años sin él que padeciéndolo. No está mal como fracaso para quien quería asentarse sobre principios nada menos que inmutables. No hay mal que cien años dure: ni siquiera cincuenta. Como todo el mundo cuenta batallitas acerca de lo que hacía y por donde andaba por aquel entonces, yo cuento que, el verano de ese año, empecé a hacerme periodista (a escribir había comenzado antes) y que, por tanto, llevo tantos tiempo sometido al jubiloso yugo del oficio como libre de quien ideó tantas maneras de sujetarnos.
Sin embargo tenían razón los moros que señalaban su baraka, su buena estrella, una formidable chamba (que los distraídos confunden con la Providencia, cuando la pobre hace lo que puede y, sobre todo, lo que le dejamos) que siempre le situaba en el lugar más ganancioso y a sus rivales, en el avión estrellado o en las estepas rusas, bien lejos. Y a los americanos, bien cerca: para que trajeran queso y megatones, leche en polvo y avales (bancarios). También fue muy astuto a la manera cazurra y un poco china y como Deng Xiaoping a sus paisanos, nos pilló el tranquillo: concedernos la libertad de aclamarlo, de constituir empresas y de ganar dinero. Las golferías, con discreción.
Gracias a la política ficticia (no paraban de adoctrinarnos pero Framco, curiosamente, era más empírico que doctrinario), pudo fingir que los suyos eran España, lograr que no se tuviera en cuenta que fue más sanguinario que otros tiranos vecinos como el portugués Salazar y el italiano Mussolini, no conceder ni honor ni reconocimiento a los otros españoles combatientes (que siguen en las cunetas) y vender a los saharauis. Nos devolvió a la Edad Media donde habitaba su feo culo subido a la grupa del caballo de San Fernando. Había entonces y ahora una forma de vengarse de tanto desconsuelo: cultivar la alegría contra toda esperanza. 

Text llegit en el funeral per Baltasar Seguí, fill, amic nostre


PARA BALTASAR
La verdad es que cuesta imaginarse un Benimaclet sin Baltasar aunque Baltasar, de natural nómada, pudo pasarse sin Benimaclet, muchos años y en los más diversos lugares. Pero quizás nuestro amigo, nuestro Peter Pan, no se haya ido del todo mientras quede alguien que recuerde su risa hacia adentro, el brillo burlón de sus ojos, su gigantesco espíritu de gresca y fiesta.
Como somos de un país que sólo habla bien de los muertos, mido mis palabras: el afecto verdadero no necesita exageraciones. Baltasar es un ciudadano –me cuesta hablar en pasado– más bueno que ejemplar, más cariñoso que modélico y más alegre que coherente. Cada cual elige el mapa de su vida. Dio algo de consuelo a tantos, y bastante o muchísimo a unos pocos, empezando por su familia, su padre Baltasar, su hermano Manolo, sus hijos Iván y María y su querida mujer, Inma.
Benimaclet se queda sin cronista. En otro tiempo, Baltasar hubiera contado las historias del barrio con viñetas y pareados, con aleluyas y otros recursos de buhonero de feria en feria, porque se conocía todos los sucedidos, historias, enjuagues, líos y viejos asuntos del barrio y los contaba a su manera, atropellada y gozosamente, como con temor de olvidarse algo o, mejor aún, con ganas de sembrar más curiosidad de que la que saciaba.
Y ya me callo. Me ha pasado lo que a muchos: lo he visto tendido y quieto por una vez y me ha parecido que iba a levantarse y a soltar: “¡Os jodéis que estoy vivo!”. Y el caso es que tendría razón aunque ahora descanse un rato y camine hacia la luz que brilla perpetua. Adéu, Balta.   

jueves, 12 de noviembre de 2015

De Cullera a Granada


Melocomotó

 ARROCES Y MOZÁRABES
Emili Piera
El Eliana Albiach de Cullera presentó la X Edición de Arrosària, un repaso a la diversidad y sentido innovador de los arroces que prepara el chef Juan Giner con las variedades gleba, j. Sendra, basmati, carnaroli, arborio, albufera, negro salvaje y bomba. Los varietales del arroz, antaño asunto de especialistas, agricultores y agrónomos, han saltado a las conversaciones de los gastrónomos. Aunque un grano de arroz sea muy parecido a cualquier otro grano, no todos se comportan igual en la cocción, ni sueltan las misma cantidad de almidón, ni tienen la misma facilidad para abrirse y empaparse por los sabores del caldo. Juan Carlos Galbis es uno de los mayores especialistas en el tema y recomienda guardar el arroz en la nevera, bien envasado.
El certamen Arrosària tenía un relieve especial este año que también es el décimo de la fundación del restaurante. Figuras de la política local (Jordi Mayor, el alcalde, o el diputado, Toni Such) y Vicente Patiño (que estrena nueva carta en Saiti), Fernando Cebrià y Arnaud Guillermin, como chefs invitados.
Unos días antes habíamos comido en Eliana Albiach. Elegimos el menú Albahaca negra (uno de los dos de 25 euros, vino incluido) que se compone de una pequeña y sabrosa coca, panes variados, anchoas y boquerones con jugo de lima, aguacate y cacau del collaret, jamón ibérico y sepionet de Cullera. De plato principal a elegir entre un arroz de bogavante, lomo de bacalao y –lo que yo elegí– secreto ibérico con manzana reineta y curry y cinco especias, más pastel de chocolate belga con helado de canela. No está nada mal, ciertamente. También están los menús Degustación (40 euros) y Premium (60 euros).
La contención de cantidades y precios es el signo de los tiempos y eso ocurre hasta en Granada donde, según la tradición y yo mismo comprobé, con tres tapas, comías. La tapa va con el vino o la cerveza y aunque los precios se mantienen, las tapas encogen. Aún así, pedí media ración de cazón en adobo y era más grande que muchas enteras en Valencia donde, a veces, la mezquindad con el material es alarmante.
 Subimos al Albaicín granadino, al mirador de San Nicolás, a comer en la terraza del bar Kiki y ver que era eso de la “cocina mozárabe”. Pues son platos, a veces comunes, tratados con una mayor cantidad de ingredientes dulces, desde la miel a los frutos secos o las pasas, más algún elemento tan andaluz, como la preparación diferenciada de las distintas partes del ronqueo (el despiece) del atún. Elegimos el tataki: crudo. Y las berenjenas en láminas finas, fritas y con miel de caña, el lomo de bacalao y unas chuletitas que estaban ricas, pero nadaban un tanto en una salsa quizás excesiva. Un vino de la tierra de syrah y garnacha, ligero y sabroso, con la palabra Garnata (una de las denominaciones de Granada) en la etiqueta, no confundir con el vino natural Garnata de Barranco Oscuro. 50 euros por cabeza.
Hay restaurante donde se come muy bien. En otros, bien y por poco dinero. Muy poquitos tienen un precio alto y una carta sólo correcta y no te sientes estafado: un lugar de privilegio, a la sombra, pero con todo el trasiego, no siempre santo, de la Granada vieja, bien a la vista. Y un mirador sobre los tejados, iglesias y mezquitas de la ciudad y la Alhambra. Una gozada. Además, buen servicio. Compré morcón y queso de cabra con romero de Las Alpujarras en Estarli, calle San Antón. 958 263 911.
A la ida, comimos en Alhama de Murcia, en el restaurante El Chaleco, con varios ambientes y cierto lujo comarcal. Correcto, un poco caro. 34 euros por cabeza. Yo me pedí el lomo tía Encarna y el sorbete de higo chumbo. 968 630 104.

Eliana Albiach.- Auténtico centro de la innovación en la cocina arrocera. Valga como ejemplo el arroz seco de salmonetes con napicol, garbanzos y acelgas. Atavismo y delicadeza. 961 732 229.

Bar Kiki. Mirador de San Nicolás. Albaicín. Granada. Cocina mozárabe, vistas sin competencia y vinos muy interesantes con cierta inclinación a la rareza y el viñal extremo. 958 276 715.
      


Queremos libros nuevos. La liga de Los Sin Bata


CON GUSTO
   LIBROS DE TEXTO
EMILI PIERA
Como estamos convencidos con Oscar Wilde que sólo el lujo (y el AVE) son imprescindibles (en España, cada hombre, un soberano), se nos ocurren un millón de maneras de ahorrar en fruslerías. Por ejemplo en libros que son un objeto de placer que dura mucho más que una trufa negra de buen tamaño, más que un polvo cumplido, más que un estupendo festín con tres platos y postre, más que una película del George Clooney. Ahorramos, muy concretamente, en libros de texto: le dan, al cabeza de familia, cien euros al empezar y otros cien, al final de curso, si el nene o la nena devuelven los libros intactos o en buen uso ¿Contará Hacienda la calderilla como ingreso extraordinario?
No sé que es peor si ese estilo mendicante que da en racionar las monedas, pocas y pequeñas, o ese estímulo, supuestamente cívico, del reciclado, las buena maneras y la renuncia a la caricatura de la autoridad competente. De toda la vida, los libros de texto han desencadenado, precisamente porque no lo pretendían, el talento satírico, la capacidad de añadirles a las cien, o más, figuras universales, una barbita de chivo o una cresta punkie. Hasta un señor tan comedido como Azorín –que sobrevivía en su larga ancianidad con sobrecitos de azúcar disueltos en agua del Lozoya -, hasta ese señor de sombrero y cutis de marfil antiguo, decía que los libros están para subrayarlos, añadirles notas al margen, pegarles post-its y adendas, sujetas con cinta adhesiva, doblarles los cantos para encontrar la cita y otras mil perrerías. El libro ni siente ni se duele: eso lo hacía el que lo escribió.
Por otro lado, no sé si los ilustres administradores de los recursos educativos –que a veces han leído incluso más de un libro – no sé, digo, si entenderán que en muchas casas no hay otros libros que los libros de texto y que sacarlos de allí es como contarles las aspirinas a los jubilados con la excusa de evitar la automedicación. Coño, paguen los libros y olvídense de ellos, que luego cada cual los tratará según su personal idiosincrasia: a mi me encanta olerlos cuando son nuevos, pero juro que nunca he ido más lejos.     

Don Tancredo y el general


CON GUSTO
  TANCREDO Y EL GENERAL
EMILI PIERA
No creo que este PP engañe a nadie con su frente patriótico, pero de todos modos lo intentarán, como si ellos tuvieran la solución de hacerse el Don Tancredo –inmóviles en su pedestal– y no fueran, realmente, parte del problema con su visión reductiva y excluyente de España, con el uso del odio al catalán como baza electoral recurrente (y aquí, en Valencia, mucho más) y, en definitiva, como la vía más segura de retroalimentación mutua con los soberanistas de Junts pel Sí y demás allegados. Tiempo les faltó a los portavoces del PP para decir que el compromiso del general José Julio Rodríguez no era con un partido –Podemos– “que se distinguiera por su defensa de la unidad nacional”.
La “unidad nacional” del PP ya sabemos cual es: la del “¡Hábleme en cristiano!”. Y yo no he visto que Podemos proponga trocear España: reformar la Constitución, sí; y buscar un nuevo acomodo de Cataluña en España, también. Y quizás eso pase por una consulta, ¿Por qué no? Podría darse el caso, y cada vez está más cerca, de que fueran las izquierdas del más variado pelaje las que abrocharan alguna forma de articulación nacional para el próximo medio siglo que supere la emulación negativa del “yo no quiero ser menos” del lado hortera de las autonomías y el empalagoso arrope de las visiones nacionalistas –catalana y española–, como si  nunca hubiera habido en Cataluña franquistas o carlistas o como si la flamante democracia española ya estuviera ingénitamente inscrita en el genoma de Franco.
Este es un país como otro cualquiera, de hecho más vivo que la mayoría. Y que siga. Razón tiene Enric Juliana al decir que el ala pactista de la política española es a la que más teme el partit de la flamarada, esto es, el catalanismo radical (y reaprovechados como Romeva), pero en esta danza, la cúpula del PP tiene menos papel que un pato mudo en un orfeón pues antes de que se plantearan los desafíos a la ley y el buen juicio de una parte de los soberanistas, el PP ya se había encargado de quebrantar una cosa y otra con una corrupción vergonzosa, general, desestabilizadora.    

domingo, 20 de septiembre de 2015

Tolstoi i més coses


CON GUSTO
      GUERRA Y PAZ
EMILI PIERA
 La primera obra literaria sobre la que hice un trabajo escolar fue Guerra y Paz. Me bastó un libro de argumentos de la literatura universal de mi tío Rafael para sacar nota. Sentía, mucho después, el temor casi supersticioso de acercarme al novelón original, entero y verdadero, por miedo a cerrar un ciclo, mi ciclo, pero ya llevo recorridos dos tercios del relato y no veo señales de desaprobación en el cielo. Ha sido un camino tortuoso: los elementos de las primeras partes son deliberadamente dispersos, fragmentados, piezas de un puzle echadas sobre una alfombra suntuosa pero, como en El Quijote o en el Tirant, es tanto mejor cuanto más avanza.
Incluso al leer la primera parte de Vida y destino (Vasili Grossman), me pareció que no debía pasar a la segunda sin acercarme antes al precedente de Tolstoi. No hay tal precedente: Vida y destino es lo más parecido a La Ilíada que se ha escrito en los últimos doscientos años; en Guerra y paz, pese al conocimiento de las maniobras de Austerlitz y de los documentos que retratan la batalla, pese a hablarnos de la valentía o del sacrificio como virtudes, no hay aliento épico que valga. Al contrario: una escéptica contemplación de los nuevos enemigos que fueron viejos aliados, o al revés, como trasunto de las jugadas políticas (eso es la guerra, según sus teóricos más preclaros).   
Sumergido en mi lectura veraniega, la casualidad me trajo a El País, un seductor sabanazo de Mario Vargas Llosa, víctima como yo de una traducción que no parece mala sino, probablemente, atolondrada: le faltan dos revisiones para asegurarse de las concordancias de género y número y para salir al paso de la engañosa facilidad del ordenador. Es de Mondadori. Este es el Tolstoi anterior a su crisis religiosa: un formidable y desdeñoso petimetre, muy sensible a la belleza de mujeres y hombres o de una noche de invierno conduciendo trineos a la luz de la luna sobre un camino de nieve silbante. Y sí, es espiritual, es decir compasiva: uno se ocupa en nacer o se ocupa en morir.  

lunes, 14 de septiembre de 2015

MENJAR PER CASTELLA


Melocomotó

   LA BOTICA DE MATAPOZUELOS
EMILI PIERA
La primera etapa del viaje por Castilla se consumó en Villares del Saz, Cuenca (donde el alcalde que llamó “puta barata” a una concejala de la oposición), población en la que se encuentra Casa Tomillo (969 298 060) y otros establecimientos similares pero, quizás, no tan surtidos. All ﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ovia vino. Suele haber un control de alcoholemia en la incorporacias botellas de un blanco muy decente: Arboles del caí solemos comprar queso manchego dorado (nuestro preferido) y, con frecuencia, chacinas. Esta vez, mes de agosto, preferimos las conservas: lomo, picantón, pechugas de codorniz y perdiz en escabeche, una tarro monumental de bonito en aceite de oliva, ajoarriero, tortas de anisetes y unas botellas de un blanco muy decente: Arboles del castillo. Atención: tienen bastantes vinos de Uclés, de la Mancha y de la Tierra de Castilla y varios de los más baratos, están entre los más interesantes (Finca La Estacada).
Cuidado con el vino. Suele haber un control de alcoholemia en la incorporación a la autovía.
Seguimos camino a Villafáfila, provincia de Zamora, zona esteparia muy curiosa. Hay un rosario de lagunas endorreicas (con perdón) que en verano se secan pero, entre vaguadas y abrevaderos, algún bicho debe haber (avispas, aparte) porque el lugar estaba tan lleno de solanas como de cigüeñas. Y una curiosa arquitectura de palomares-pagoda, con tejados a distintas alturas muy originales y a veces construidos con adobe, de modo que, cuando se abandonan y arruinan, vuelven a la tierra como tierra, sin estruendo. Sabiduría. Pues enfrente de una de los centros de información del parque de las lagunas, está Fidalgo, embutidos artesanales (657 922 367). Si se forma cola, no les extrañe.
Nosotros compramos dos clases de chorizo, uno más picante, y una buena pieza de lomo que probamos ese mismo día. Es fiambre normal de cerdo del terreno, pero de mucha calidad y precio razonable. Aquí, aparte la liturgia suprema del cerdo, se consuma una de las paradojas más llamativas de los usos alimentarios ibéricos: en los lugares más alejados del mar, tienen una inmensa devoción por el pescado, que alcanza a las conservas. También ocurre en la vecina León. Conservas marineras de sardinas, anchoas, chicharros, chicharrillos, mejillones y mil cosas más en todos los formatos y casi siempre de mayores calibres que los usuales entre nosotros.
Antes, en Matapozuelos, cerca de Medina del Campo, Valladolid, pudimos probar, al tercer intento, un restaurante de gran interés: La Botica. Eran fiestas, mayores o menores, y la fanfarria alegraba las calles. En la misma plaza de La Botica –antigua farmacia con vitrales y toques modernistas – hay una bar con una magnífica terraza arbolada donde se puede tomar un aperitivo en un ambiente reposado y muy grato. Renunciamos a dormir aquí porque el mocerío en fiestas suele aullar hasta el alba a causa de la acumulación de hormonas en el entrecejo.
La Botica también es asador, estamos en Castilla y uno puede recorrer dos docenas de leguas sin dar con una lechuga, se considera de mal gusto.
La cena, temprana, estupenda. Acertamos con el vino: un tinto Viñas del Cámbrico, muy mineral, recomendable, elaborado con las variedades rufete, tempranillo y garnacha. Sobre los 16 euros en mesa.
Los entrantes fueron canutillo de membrillo y queso, capuchino de morcilla, piñones, miel y más cosas y ensalada de pulpo con pesto castellano y mucha hoja verde. De platos principales, lomo de bonito y lomo de ciervo con hongos y ralladura de piña verde. Muy buen nivel. De postre, Piñones y Pinares y un Alberto dorado, un vino de postre, que no dulce, con madera pero con temperamento. Muy bueno, de un pueblo de al lado. Unos 45 euros por cabeza. Como se ve el pino y sus productos son el emblema de una de las líneas de cocina del establecimiento. “Mucha hambre se ha tenido que padecer en este país para considerar el aprovechamiento de la piña verde”, dijo mi mujer.
Al final dormimos en el muy grato hostal San Antolín de Tordesillas: 40 euros la doble y entre capiteles góticos.

La Botica. Plaza Mayor, 2. Matapozuelos (Valladolid). Un buen restaurante, con excelentes opciones castellanas aligeradas, y buena carta de vinos. 983 832 942.  


ENTRE EL XUQUER I EL BULLENT


CON GUSTO
       HUERTA Y MARJAL
EMILI PIERA
 Quedé con mi amigo el cocinero Jordi Morera (cafetería del MuVIM) con la idea vaga de husmear la cocina primitiva al sur de Cullera, es decir de Favara a Gandia. De la unión de uno de Sueca y otro de Pego, lo único que puede salir reforzado es el desparrame. Cuando llegué a Casa Cames (no se pierdan el diorama de Centenario Terry: tiene lucecitas), de Bellreguard, la pareja que lleva el bar –Saoret y Sales– me miraban y sonreían mucho, supongo que parecía un antropólogo bajito con salacot. La buena vida, las vacaciones en Eivissa y el natural relajo de la temporada, han aumentado el desplazamiento de Jordi que, al igual que el gusano de seda cuando se pone inmenso (grande ya era), se dispone a pupar y está tramando cómo proliferar en esto o aquello. Jordi es como mil gremlins.
Hubo un momento de vacilación –¿a Daimús, a Pego, quizás a Xeraco?– que superamos con una entrevista con Tere Bonet, 87 años, de familia de especieros o pebrerogers, con parientes en Almoines y Tavernes (de Valldigna) y puede que en Sueca, dedicados todos a las especias para el sagrado embutido. Me explica como se hace el arròs amb ceba, abadejo i aladrocs, que ella prepara en cazuela de barro. La conversación con Tere es el jardín de los senderos que se bifurcan, me da pena sujetar las riendas y al final me abandono.
Cuando regresamos al bar tenemos programa completo: la tentación de seguir en Casa Cames retenidos por un arroz con langosta, una buena mesa en Daimús (al final iremos a Casa Manolo) o un puchero en Pego. El puchero me hace sudar, incluso como concepto, pero vamos a Pego y resulta que Rafel es la alegría del marjal, nos enseña la cocina y de propina nos cuenta historias de pescadores en el misterioso Blau de Calapatar. Rafel tiene un escaparate con mas trofeos de sus palomos que medallas lleva el pecho de un general. Por la tarde, en un lugar de La Safor, Vicent Todolí, nos enseña su fundación: un huerto con 320 variedades de cítricos. Está en tratos alquímicos con Ferran Adrià.      

viernes, 11 de septiembre de 2015

HIMNOS PROCESIONALES


CON GUSTO
   HIMNOS Y ANDAS
EMILI PIERA
Me parece que puedo reconvenir, fraternalmente, a mis amigos de la izquierda que triunfó un poquito no hace mucho, por buscarse más problemas, al margen de los muchos que ya tienen, y de los que les van apareciendo según abren cajones (seis millones de euros en facturas, sólo en la Pobla Llarga, según mis fuentes). O reciben pellizcos de monja del ministro Montoro. Este Montoro –hay otro que se ocupa del tráfico rodado– pregunta, con absoluta insolencia, en que piensan ahorrar los ayuntamientos: él, que pertenece al Gobierno de los sobresueldos y la amnistía fiscal y a un partido que se compacta, a partes iguales, con tinta de adjudicación, cemento fresco y caca de gaviota.
Así pues, da lo mismo que un concejal o alcalde quiera ir como tal a una procesión o a un trisagio. Esta en su derecho, porque el laicismo de España funciona como salvaguarda (de los laicos), no como obligación pública. Y aunque lo fuera, es el típico deber que sólo se aligera cuando uno se lo impone, so pena de poner malas caras y jugar a Robespierre, lo que sólo consigue que las filas de enfrente se vuelvan más compactas. Otra cosa es lo que he visto esta mañana en Vila-real: un bonito letrero en mármol en la iglesia arciprestal con la lista de “caídos por Dios y por España”. De lo que se infiere que los contrarios cayeron por Lucifer y el Gran Ducado de Luxemburgo. Un poco fuerte, a estas alturas.
 Con los himnos pasa lo mismo. Me parece un contradiós tocar el Himno nacional, que es una marcha de granaderos, en una procesión, pero si los legionarios llevan en alto al Cristo, quizás asistamos, en el futuro, al artillado de las andas, pero ¿Cómo impedir que se toque? No hay modo, razonable, de hacerlo, ni se debe intentar porque si los implicados se empeñan y si quien paga a los músicos, se pide la canción dedicada, pues ahí la tendremos. Que conste que tocar la Muixaranga me parece igual de mal, salvo en Algemesí, donde es una costumbre sin contenido político especial. Los himnos propios de tales trances dicen ¡Hossana! y ¡Aleluya! No confundir con los coros de la Armada rusa.

¿SMART? PHONE


CON GUSTO
   TELÉFONO LISTILLO
EMILI PIERA
Mucha gente se pregunta porque un cacharrito de éxito planetario como el móvil, el smart phone, no fue anunciado en las novelas de ciencia ficción. Tres buenas razones son: que ya estaba inventado –el radioteléfono: sale en películas en blanco y negro–, que no aporta nada nuevo (el teléfono de cable se oye mucho mejor) y que la ciencia ficción no es un clarín, sólo un genero literario o peliculero. Donde el móvil obtuvo un acierto pleno (comercial) fue en la miniaturización. Miniaturizar significa no sólo hacer más leve o cómodo algo sino, sobre todo, ponerlo al alcance de muchos. Si te compras un acorazado, aunque esté muy viejo, sólo al peso te sale por una millonada; si compras un dron y unas cápsulas de ricina (yo también sigo Breaking bad), puedes hacer la guerra química por tu cuenta, sin salir de casa.
Smart phone: miniaturización doble. Del radioteléfono y del ordenador. Cuentan las crónicas que Joan Oró, que trabajaba para la NASA, y Lluís Miravitlles que hacía de todo y aún tenía tiempo de explicarlo en TVE, llenaron una habitación enorme con los instrumentos de un laboratorio espacial y, muy ufanos, le enseñaron el monstruo al ingeniero director del proyecto:
-Impresionante –dijo el ingeniero –. Ahora metan todo eso en una caja de zapatos.
Eso hemos hecho con el móvil y al descender al nivel, formato y presencia de juguete, ha sido adoptado por todos los niños del mundo, cuyo número coincide con el de pobladores. Dicen que a Negroponte (que tiene nombre de nigromante) también se le escapó el móvil en sus profecías. Aún le pasa poco: por hacer predicciones. Escurridizo invento que también hace que nosotros nos escurramos del aquí y el ahora hacia asuntos remotos, aunque, a cambio, siempre hay alguien que sabe donde estamos (y nos puede dirigir un misil con toda precisión, qué lujo), a quién llamamos y con quién nos entendemos a espaldas de nuestra señora. Con semejantes capacidades, seguro que ese teléfono es inteligente, pero ¿Lo somos nosotros?    

viernes, 4 de septiembre de 2015

CORONA D'ARAGÓ


CON GUSTO
   TENGO LA SOLUCIÓN
EMILI PIERA
Nuestros conflictos de identidad y pertenencia, esa costumbre de mirarnos el apellido y la nariz de gancho, la pureza de sangre, el linaje y el Registro de la Propiedad, esa cosa, ha alcanzado tal gravedad que el Celta de Vigo y el Eibar encabezan la Liga Nacional de Futbol. Cuando las cosas son normales el Celta, ni va bien en Primera ni mal en Segunda, que es lo decente, digamos la expresión normal de galleguidad. Mientras, los vizcaínos tal vez hartos de que se hable tanto de los catalanes y tan poco de ellos, han echado mano de sus reservas de pundonor. Y eso no es nada: ahora que tenemos tantas tormentas, uno no, pero tres bilbaínos juntos son capaces de atrapar un rayo y comérselo, y no dejar más rastro que un cosquilleo en el paladar, un leve titilar de orejas y un destello de chiribitas en el entrecejo.
Si Felipe González se abstiene de repetir homilía y no compara más una Catalunya independiente con Albania y si los fiscales del Estado se abstienen de cualquier hiperactividad con los presuntos chorizos amparados en Convergència y que la justicia sea tan morosa como de costumbre, y más cuando se trata de personas de posición, es muy posible que Catalunya siga en España. Hay una cosa que al macizo de la raza le preocupa más que un catalán en sí y para sí, y es un catalán proliferante, como el conseller Carles Gordó, que nos ofrecía pasaporte catalán a los valencianos, a los aragoneses, a media España. Pues a mí no me preocupa que me ofrezcan cosas, siempre puedo decir que no.
Como ustedes saben, considero que el nacionalismo es como ese grupito que en una discoteca repleta de chicas guapas, sostiene, cubata en mano, las ventajas de la castidad: no lo veo. Sin embargo Gordó, sin quererlo, apuntó un dato crucial: la mala dotación de los antiguos territorios de la Corona de Aragón, la ley electoral que castiga a nuestras ciudades y subvenciona los vacíos castellanos, una política de obras públicas casi hostil al dinamismo de los negocios de este lado del mar y en fin, unas fiscalidad muy mejorable. La solución: poner catalanes en Madrid.   

jueves, 3 de septiembre de 2015

DEBER DE HUMANIDAD


CON GUSTO
   DEBER DE HUMANIDAD
EMILI PIERA
Puede que Italia y Grecia funcionen peor que Gran Bretaña o Suecia, pero su esfuerzo, su tolerancia y humanidad, han evitado un éxodo aún más sangriento y doloroso, más apocalíptico y negro, del que ya se da a las mismas puertas de la UE, la comunitaria, la que se enfrenta, le guste o no, a la crisis de los refugiados. Ahora mismo, Líbano y Turquía –que no pretenden ser modelo de casi nada– acogen más refugiados que toda Europa y nuestro continente recibe, en proporción, menos asilados de los que soportó Francia tras el exilio de los republicanos españoles o la Alemania de postguerra tras el hundimiento nazi.
Todo se ha revuelto en el discurso populista: el malestar por la crisis, el repliegue del estado nacional y el miedo al distinto; la islamofobia, el mercado laboral de los irregulares (que se sostiene con empleadores ventajistas) y la emergencia de los fugitivos. Estos últimos son los que requieren una atención más urgente y amplia, porque el tiempo corre y a cada minuto que pasa se hunde otra barcaza podrida, atestada de huidos del horror y la violencia. La claridad con que Angela Merkel ha defendido el derecho de asilo y las manifestaciones masivas en Alemania a favor de los refugiados son dos datos muy esperanzadores.
Pero ¿qué culpa tenemos nosotros de conflictos tan lejanos? Pues resulta que si tenemos alguna responsabilidad. Más del 90% de los fugitivos proceden de países como Libia, Irak y Afganistán y casi la mitad son de Siria. Loa países citados coinciden con los lugares en los que nuestros gobiernos (sostenidos con nuestros votos) emprendieron iniciativas bélicas descabezas, cínicas, hasta el punto de convertir añejas dictaduras en algo mucho peor: estados fallidos. Uno de ellos –Libia– nos tiene a tiro de misil barato. Y aunque fueran asuntos por completo ajenos, que no lo son, antes que la prosperidad o el equilibrio presupuestario, antes que la religión o la ideología, está el deber de humanidad, lo que nos hace personas: enterrar a los muertos, alimentar al hambriento, acoger al fugitivo. Con un Donald Trump, basta y sobra.   

viernes, 28 de agosto de 2015

Joan Moll, a la dreta, fou uns dels fundadors del restaurant Les Sorts de Moraira desaparegut fa uns mesos. Ara és el responsable del restaurant Sand, darrere de l'hotel Les Sorts, un establiment davant la platja de l'Ampolla, amb terrassa i carta accesible.
Moll es passa dos-cents dies a l'any fora de casa i tan aviat està a Hong Kong com a Singapur, a Tokyo com a Las Vegas, perquè és un consultor i col·laborador de Joël Robuchon, l'home gal·làctic amb més estrelles Michelin.
En la foto, Joan Moll en companyia d'un amic, jubilat suec.

jueves, 13 de agosto de 2015

MAS CARA


CON GUSTO
   SUFRO EN SILENCIO
EMILI PIERA
Con el asunto de la independencia de Cataluña empieza a hablarse con palabras mayores sacadas del arsenal del Estado que, como es bien sabido, es un compendio de arsenales de todo tipo: con la peor de las intenciones. El artículo 155 y todo eso. De ahí que no acabe de comprender yo a los catalanes que hablan de crear otro estado independiente, por mi no se priven, pero qué fatiga. Los independentistas tienen un suelo en torno al 30% y además, y hacen bien, son muy activistas. Como los gatos o los acordeones pueden estirarse un poco o un mucho, según se toque un ritmo, bailable o no, o según el grado de cabreo del personal. Lo de votar por la independencia de Cataluña porque has perdido el trabajo o gobierna Rajoy, tampoco lo acabo de entender:
-Voy a leer a Unamuno
-¿Pero a ti te gusta ese?
-No, pero es para protestar contra la arbitrariedad de Pío Baroja.
Ahora parecía que las candidaturas de unidad popular habían puesto sobre el tapete unas cuantas realidades: el horror social de cinco millones de parados, el desierto industrial, la pobreza infantil, el deterioro de la sanidad y a escuela públicas, la violación del laicismo del Estado (no le han aplicado el artículo 155) y el saqueo de las cuentas privadas, de los presupuestos y de las reservas para las pensiones. Eso sí que son problemas, comprendo a los patriotas sometidos al opiáceo poder del síndrome de alejamiento –más bien de alelamiento–: todo se resolverá con la proclamación de la independencia.
Como soy un descreído, no tengo ninguna fe –y menos esperanza aún– de que el neoliberal Artur Mas se transforme en Olof Palme, el socialdemócrata. Pero él vive indemne a la crítica, exonerado de todo escrutinio, inasible, la culpa es del otro.  Los nacionalistas, si rechazas sus propuestas, te tachan de inmovilista y sordo. Como si los quietos y duros de oído no fueran personas (tienen garrota, y muy mala leche) o como si sólo ellos –y no los que padecemos almorranas– tuvieran derecho a privilegios y exenciones.   

miércoles, 12 de agosto de 2015

ALCACHOFAS DE VERANO

NUEVOS CULTIVOS EN VIVER
Por nuestro amigo Adrián, que nos tiene al corriente de la actualidad, a veces con letras de jotas que es muy capaz de repentizar en cualquier lugar o cincunstancia, nos enteramos del florecimiento de los cultivos de regadio en Viver, a mitad de camino entre Valencia y Teruel. Viver, que se apellida "de las aguas" dispone de más fuentes y cursos de agua que la mayoria de los pueblos de su entorno y se propuso usar esta ventaja para cultivar pimientos, tomates (dicen que con semilla de los famosos tomates de El Perelló) y, ¡Oh, maravilla!, alcachofas de verano. Sí, de verano: pero una cosa es que te lo cuenten y otra que veas las alcachofas como un lecho verde y aéreo propagadas a lo largo de unos cuantos centenares de netros en un campo extenso.
Nos cuenta Adrián que incluso se han metido en el negocio jóvenes que no vienen de familia de agricultores. Como la sociedad líquida tiende a hacerse gaseosa (o plasmática) y la retención de gases es muy mala, ahí va un desahogo jotero de Adrián que también tiene cierta propensión a producir verdura lírica: "Las mujeres y las hormigas/ son muy nerviosas/ si les tapas el agujero/ se vuelven locas".
Como los nuevos gobiernos locales, de doble y triple eje, llevan en sus programas la protección de l' Horta -una loable pretensión que, por ahora arroja resultados más bien probres- conviene considerar el asunto con cierta perspectiva. Las tierras de l' Horta dejaron en gran medida de servir a la agricultura porque tenían utilidades alternativas y superiores (negocio inmobiliario, usos secundarios y terciarios). Las nuevas técnicas de riego permitieron trasladar l' Horta tierra adentro: al Camp de Llíria y los primeros escalones de la Serrania y ahora, completado el proceso (de momento) llega casi hasta lo más hondo del Alto Palancia, muy cerca ya de las tortuosidades del Ragudo.
Lo que no significa, ni mucho menos, que no haya que intentar, de nuevo, conservar l' Horta: hasta donde se pueda.
Debe ser delicioso comerse unas laminitas de alcachofa frita (o asada) mirando el mar y viendo las porquerías que se han de comer las pobres gaviotas.

Alcachofas de verano y tomates de Viver

LA HONRADEZ SIEMPRE RECOMPENSADA EN ESPAÑA


CON GUSTO
   TIENE CAJONES
EMILI PIERA
Goldman Sachs asesoró al gobierno griego acerca del modo de maquillar las cuentas y hacer que el déficit público pareciera menor. El falseamiento de las cuentas es un delito, creo, pero no si se perpetra en una covachuela tachada de agencia de calificación en cuyo caso, lo cobras bien y te llaman ingeniero. El gobierno valenciano, el anterior a éste, ha introducido en el sistema un elemento artesano ¿Para que pagarles fabulosas minutas a estos sinvergüenzas pudiendo esconder las facturas en los cajones? Hermoso en su sencillez casi hidráulica: el agua se retiene en embalses para poder regar durante la sequía. Con las facturas, se procede al contrario: se represan en los cajones, para comernos todo lo que vendrá y el que llegue después, que arree. Genial.
El sistema de multas europeo es muy absurdo porque carga la responsabilidad en la persona jurídica –el Reino de España– en vez de castigar al infractor, que tiene nombre y domicilio conocidos. Se ve que Rajoy en vez de vigilar, estaba pendiente del Registro de Santa Pola. Ahora ya tenemos respuesta a la cuestión que durante dos décadas nos llevó a la desazón y la angustia: ¿Cómo era posible que una banda organizada como el partido de (las cagadas de) gaviota obtuviera una mayoría absoluta tras otra? Respuesta: porque se las compraba.
Así es más fácil de entender: entre mantenidos y beneficiados, entre fraudes y amnistías (fiscales, sólo para gente de orden, también llamada “españoles de bien”), sumando los ingresos a las  desgravaciones, entre unas cosas y otras, ser del Pene Pazguato, salía a cuenta aunque las cuentas no salgan y debamos más que Alemania después de Versalles. Como comprar un electorado, sale por un ojo de la cara, no bastaba con el presupuesto, el dinero de las Cajas de Ahorros, las astillas y mordidas por esta adjudicación o aquel concurso, con ser el preferido de la patronales o dejarse asistir por el genio multiplicador y clientelar de Bárcenas. Al final, impagos a mansalva y facturas en los cajones. Tiene cajones: la honradez siempre recompensada en España.     

martes, 11 de agosto de 2015

NO TE PILLES LOS DEDOS CON EL TWIT


CON GUSTO
   O TWITERA O CONCEJALA
EMILI PIERA
Interior investiga a la concejala de Alicante, Marisol Moreno, más conocida como Marisol La Roja, por unos twits, blogs, whats y otras formas de lenguaje poco articulado, unos comentarios no más graves que los de aquel alcalde de Villares del Saz que llamó “puta barata podemita” a una concejala socialista. No sabemos si el alcalde bocazas, del Partido Podrido, está siendo investigado también, o es que sólo los españoles de bien gozan de libertad de palabra. El caso es que la concejala de Alicante, la Marisol, es bocachancla y desbridada, como ella misma reconoce, y ve una foto de taurinos y suelta: “mirar a esos hijos de puta…una bomba os tiraba yo a vosotros”. Marisol dice que “se incendió” y que es “una animalista férrea”. Pues adopta un gato. Y el alma en candencia no “se incendió”, se encendió.  
Hay que elegir entre ser twitero o concejal. Para servirse de twiter sin dispararse en un pie o clavarse una gubia en la ingle, hay que tener el talento de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. La derecha madrileña –berroqueña y maciza– se extrañaba de que la edila no se dedicase a cosas propias de su oficio y condición, como los conciertos de violín o la especulación con solares, y en vez de eso, visitara colegios para asegurarse de que los niños comen tres veces al día. Deslizaron alguna sospecha y la Carmena les contestó: “Todo el mundo sabe que me encanta comerme a los niños por las noches”. Twiter no tiene contexto, es un basural, un club de intercambio de parejas donde se arraciman los locos y los vigilantes, los frenéticos y alguna persona de bien; es como follar en el último arrabal de Nairobi sin preservativo (y sin emoción).
Hay que elegir entre ser concejal o twitero. El concejal hace o debe hacer cosas serias, Twiter sólo es el ministerio de la corrección política donde eres aclamado o hundido por plebiscitos instantáneos al estilo de Gran Hermano. Caca. Hay concejales que son una hada al revés. La varita de hada, engendra prodigios; la vara del mal edil, descomunales cagadas. Necesitamos poderes locales bravos, inteligentes, almenados: ya vemos a los bárbaros.