CON GUSTO
MIASMAS IMPUROS
EMILI PIERA
Los conservadores de Madrid –de
naturaleza berroqueña como El Escorial– no están dispuestos a observar los cien
días de cortesía o silencio critico con los electos. Ni cien minutos, vamos. Paciencia
y pulso sereno. La renuncia del concejal de cultura, Guillermo Zapata
–autor de unos twits sin gracia con cuatro años de antigüedad– ahorra, con su
inmolación, su sacrificio a manos de la alcaldesa Manuela Carmena. Las
acciones y omisiones y hasta los más ocultos pensamientos de las candidaturas
de unidad popular serán examinadas al microscopio a la búsqueda del germen
disolvente o del virus leninista.
Algunos como Bruno Gallo o Vicente
Olaya, de El País, creen haber
encontrado tan peligrosos miasmas en la candidatura completa de Carmena pues
meten en el mismo saco a concejales procedentes de Equo, IU y Podemos “siempre,
eso sí, de la extrema izquierda”. La extrema izquierda, en cualquier país, es
la que, al menos, lanza cócteles molotov, o se defiende y ataca repartiendo
leña. El resto, si acata el orden legal, es izquierda honorable, aunque si
quieren encontrar a gente de extrema derecha, este periódico podría reparar en que
el antiguo jefe de los sindicatos franquistas, Rodolfo Martin Villa, presidente
de Sogecable (y de Endesa), lo digo por si no se habían dado cuenta, el
periodista ha de estar a muchas cosas.
No parece ser un problema que a Mariano
Rajoy le brotara, sin advertirlo, un repartidor de billetes bajo especie de
contable y a Rita Barberá, una ladronera impura donde Emarsa decía tener
depuradoras e intérpretes rumanas, que no pudieron hablar por tener la boca
llena. Raro es que en esta gesta de lebreles a la caza del radical, coincidan
un sindicato de derechas –de esos que hablan de conspiraciones judeo-masónicas–
y unas organizaciones judías que velan, supuestamente, contra cualquier
manifestación antisemita, categoría en la que suelen incluir cualquier critica
a Israel, aunque sea por bombardear colegios o refugios de Naciones Unidas. Que
la espuma verbal no oculte la marea (ciudadana).
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