miércoles, 8 de julio de 2015

UN SIMBOL QUE CREMA


CON GUSTO
    EUROPA VIVE
EMILI PIERA
 La primera conclusión del referendo griego es que nadie de la llamada prensa de referencia –que lo fue en algún momento – vio esos veinte puntos de diferencia a favor del no, hablaban de no se qué “empate técnico”. Un clamor demasiado intenso para ahogarlo con una cortina. La segunda es que después de haber practicado unos cuantos, los griegos no quieren más sacrificios. Como sabe cualquiera, aunque no sea primo lejano de Christine Lagarde, hay deudas que se consideran “incobrables” un palabro tan feo como la situación que describe. Llegados a este punto, la culpa no es, sólo, del moroso, sino de quien prestó a quien no debía. No pasa nada, todos cometemos errores, pero aún así a los bancos les enjugan los balances; los ciudadanos, no hemos tenido esta suerte.
Ninguna sociedad puede basarse en el dios del crédito y cualquier asunto económico de cierto relieve, ya es político. Como política es la sórdida circunstancia de que la troika sea una instancia por cooptación, sin ningún control democrático. No se debe aceptar directrices de quien no ha sido elegido, aunque más allá de algún orgullo herido y de las cuentas de los acreedores, dejando de lado la cuestión de quién manda aquí y otros egos blindados, en vísperas del referendo de ayer se había llegado a una considerable aproximación entre las dos partes: ese es el punto en el que deben de ser retomadas las negociaciones.
A Grecia no le conviene salir de Europa, pero a Europa aún le conviene menos perder Grecia y no sólo por su valor simbólico (nada es más fuerte que un mito: el acero Krupp, a su lado, es mantequilla). Cuestionada por patrioteros, fascistas, británicos y, secretamente, por los propios alemanes (que en cada generación sufren la tentación de reventar Europa, si no se acepta su modo de construirla), a Europa, digo, le interesa más cualquier cosa que dar la impresión de que no es capaz de zurcir un descosido. Aún no hay mucha Europa, fallan los referentes sentimentales, pero ya tenemos bastante Grecia: un punto de apoyo tan bueno como cualquier otro para levantar nuestra Europa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario