CON GUSTO
SI YO FUERA JUEZ
EMILI PIERA
Ya
sé quien organizó la desaparición del expediente judicial abierto por el
borrado de los ordenadores de Bárcenas, los que guardaban su
contabilidad múltiple. Ha sido el Clan de los Genoveses, digo de los Calabreses.
En cualquier país los cargos públicos asumen que son interinos y así –interinos–
llamaba un famoso bedel andaluz a los ministros de Educación. Incluso a los
gerifaltes de antaño se les acababa el chollo al recibir la visita del
motorista con el cese: la Sanglas y la Bultaco eran diosas que exigían
sacrificios humanos. Pero el Partido Podrido o Pandilla Patibularia parece moverse en los juzgados con la
desenvoltura del dueño de un cortijo entre sus braceros.
Si yo fuera juez estaría muy mosca. Por
ejemplo: que de esa red de curas de Granada, que habían montado tras la
sacristía un mixto de cuarto oscuro y sauna pederasta, se salven, por
prescripción de los delitos, todos menos el jefe, que tiene por nombre o mote Romanones.
O que el ilustre reo Carlos Fabra ya anduviera en trapicheos con
billetes de lotería premiados, como un narco cualquiera, cuando Zapatero
aún no había terminado la mili. Más antigua aún es la costumbre –implantada por
Zaplana– de pagarle, supuestamente, a Julio Iglesias en un
paraíso fiscal, no sabemos si porque los dos son hinchas del Real Madrid o
porque le encanta el cantor que se agarra la barriga como si tuviera problemas
de reflujo gástrico, pero nunca más se supo.
Todo
eso sin contar el caso de la misteriosa desaparición de los titulares del
juzgado de Nules, que partían raudos hacia más altos destinos como si en
aquella sede judicial se acumularan en vez de sumarios de Carlos Fabra,
residuos nucleares de larga vida y actividad intensa. Eso es poco comparado con
las tarjetas black, los impuros de la
depuradora de Emarsa, la ladronera que le creció a la señá Rita, o los forajidos asistentes a la boda Aznar-Agag
que siguen libres y celebrados mientras Garzón, el juez que trataba de
averiguar sus andanzas, está apercibido y no sé si escarmentado. Si yo fuera
juez, estaría muy mosca.
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