viernes, 11 de septiembre de 2015

¿SMART? PHONE


CON GUSTO
   TELÉFONO LISTILLO
EMILI PIERA
Mucha gente se pregunta porque un cacharrito de éxito planetario como el móvil, el smart phone, no fue anunciado en las novelas de ciencia ficción. Tres buenas razones son: que ya estaba inventado –el radioteléfono: sale en películas en blanco y negro–, que no aporta nada nuevo (el teléfono de cable se oye mucho mejor) y que la ciencia ficción no es un clarín, sólo un genero literario o peliculero. Donde el móvil obtuvo un acierto pleno (comercial) fue en la miniaturización. Miniaturizar significa no sólo hacer más leve o cómodo algo sino, sobre todo, ponerlo al alcance de muchos. Si te compras un acorazado, aunque esté muy viejo, sólo al peso te sale por una millonada; si compras un dron y unas cápsulas de ricina (yo también sigo Breaking bad), puedes hacer la guerra química por tu cuenta, sin salir de casa.
Smart phone: miniaturización doble. Del radioteléfono y del ordenador. Cuentan las crónicas que Joan Oró, que trabajaba para la NASA, y Lluís Miravitlles que hacía de todo y aún tenía tiempo de explicarlo en TVE, llenaron una habitación enorme con los instrumentos de un laboratorio espacial y, muy ufanos, le enseñaron el monstruo al ingeniero director del proyecto:
-Impresionante –dijo el ingeniero –. Ahora metan todo eso en una caja de zapatos.
Eso hemos hecho con el móvil y al descender al nivel, formato y presencia de juguete, ha sido adoptado por todos los niños del mundo, cuyo número coincide con el de pobladores. Dicen que a Negroponte (que tiene nombre de nigromante) también se le escapó el móvil en sus profecías. Aún le pasa poco: por hacer predicciones. Escurridizo invento que también hace que nosotros nos escurramos del aquí y el ahora hacia asuntos remotos, aunque, a cambio, siempre hay alguien que sabe donde estamos (y nos puede dirigir un misil con toda precisión, qué lujo), a quién llamamos y con quién nos entendemos a espaldas de nuestra señora. Con semejantes capacidades, seguro que ese teléfono es inteligente, pero ¿Lo somos nosotros?    

No hay comentarios:

Publicar un comentario